Estudios recientes indican que la necesidad imperiosa de comer algo dulce puede indicar desbalances en los niveles de azúcar en sangre.
Según Earl Mindell, el best-seller en vitaminas, las ganas incontrolables de comer algo dulce a menudo esconde una deficiencia de proteínas. Los vegetarianos suelen tener "ataques" de chocolate, especialmente por la noche...
También es común que empecemos dietas 0% grasa, pero altas en carbohidratos, azúcares o almidones. En su reciente libro, "Los adictos a los Carbohidratos" el doctor Earl Mindell muestra como estas dietas producen el efecto contrario, al provocar descargas frecuentes de insulina que, a su vez, nos dan más ganas de comer postres. Ya sabemos donde termina este círculo vicioso: en la obesidad.
Los síntomas más comunes de este problema son:
- Cambios repentinos de estado de ánimo. Un minuto estás contento y al próximo estás muy triste.
- Cansancio y hasta sueño justo después de terminar de comer.
- Angustia y ansiedad que sólo pasa cuando comes algo dulce.
Si te reconoces en estos tres síntomas, aquí van algunas soluciones:
- Trata de comer más fibra (el salvado de avena es ideal), como cereales, frutas y verduras de hojas verdes.
- Sal a caminar, trotar, correr o hacer cualquier actividad física que te canse. rara vez dará ganas de comer algo dulce después de una actividad física intensa; más bien todo lo contrario, te corta el apetito.
- Condimenta tus comidas con canela, clavo de olor y laurel. Estas tres especias quitan las ganas de comer dulces.
Fuente:www.cuerpodiet.com
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